Mike Kelley
Estados Unidos, 1954–2012
Michael Kelley fue uno de esos artistas cuyo trabajo consistió (entre otras muchas cosas) en encontrar objetos y ensamblarlos. Su arte tuvo una gran importancia en esos mediocres últimos años del siglo XX. Fue una figura de primer orden dentro de la postmodernidad, esa corriente irónica y me atrevo a decir que disfuncional, esa forma de arte que de tan banal se vuelve profunda y quizás radiografió mejor que ninguna otra su momento en su sociedad, que parece seguir siendo la de hoy.
Nacido en suburbio de Detroit, Kelley vivió su juventud entre bandas como The Stooges (años después estaría junto a su guitarrista en Destroy All Monsters). Tras graduarse, a mediados de los 70 se iría a Los Ángeles y comenzaría una carrera con una muy variada gama de temáticas y herramientas. Se valió del dibujo, pintura, escultura, performance, video, escritura. Todo para expresar multitud de ideas.
En la década de 1980 se hizo conocido por trabajar con sus ya icónicas mantas de ganchillo, y esas muñecas de tela y trapo encontradas en tiendas de segunda mano y mercadillos.
Como buen post-moderno, Kelley se inspiró en muchas fuentes y en ninguna. En su obra podemos ver filosofía, política, historia, música… en esa marabunta de influencias, sabores y olores, en ese cóctel de toda la cultura anterior bien o mal digerida se puede el artista preguntar sobre cuestiones de normalidad, criminalidad, perversión…
Mike Kelley murió a los 57 años de un aparente suicidio.