Mark Tansey
Estados Unidos, 1949
Con sus cuadros monocromáticos, Mark Tansey nos hace cuestionar lo que es el arte y la representación, nos obliga a pensar y a reflexionar sobre lo que vemos y cómo lo vemos. Es un artista que hace Arte Conceptual, pero del bonito, cuidando el resultado, porque para Tansey la idea importa, pero la obra también. Es un poco como Magritte.
Nacido en San José, California, Mark Tansey fue hijo de un historiador de arte y una bibliotecaria. Rodeado de arte en casa, visitando museos como un condenado y yendo a clases de arte los sábados, era de esperar que el niño saliera artista. Y resulta que fue muy bueno.
De joven trabajó como asistente de Helen Frankenthaler y a principios de los 80 ya tenía su estilo: monocromático, como fotos en blanco y negro, aplicando la pintura sobre un lienzo cubierto de yeso y jugando con capas, sucesos ordinarios que, si nos fijamos bien, son absolutanmente extraordinarios… Tansey quiere «capturar lo real» Pero para él hay diferentes realidades.
Como Magritte y los conceptuales, Tansey trabaja con juegos de palabras visuales, manipula convenciones, mete ironía, se pregunta sobre la pintura y de paso se mete en terrenos literarios, filosóficos e históricos. Y casi siempre con humor, que es como mejor se traga una pesadísima chapa intelectual.
Lo que pretende es saber qué es el arte, cómo lo percibimos y cómo lo interpretamos.