Sergio Larraín
Chile, 1931–2012
Sergio Larraín Echeñique, máximo referente de la fotografía chilena del siglo XX y, junto a Martín Chambi, Leo Matiz, Manuel Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Alberto Korda, Sara Facio, Lola Álvarez Bravo, de los más trascendentes fotógrafos de la escuela latinoamericana.
La vida no se lo puso fácil: si bien nació en una familia aristocrática, la figura paterna siempre tuvo una presencia conflictiva en la vida de Larraín. Siendo su padre uno de los arquitectos más renombrados de esa época, y fundador del Museo Chileno de Arte Precolombino en Chile, su presencia pesaba demasiado sobre el joven fotógrafo. Esto lo movió a buscar su propio camino y a tomar distancia del contexto familiar.
Luego de varios viajes como fotógrafo y de haberse hecho un nombre emergente en el escenario especializado de la fotografía, Henri Cartier-Bresson lo hace ingresar a la agencia Magnum, convirtiéndose en el primer latinoamericano en ser aceptado con plenos derechos. Sin embargo, luego de algunos años dedicado a la fotografía de reportaje, intempestivamente Larraín decide salir de Magnum para dedicarse a la vida contemplativa y al trabajo espiritual en el norte de Chile.
Fotografió Londres, el sur de Italia, Valparaíso, París, Oriente Medio, Latinoamérica y sus libros se han popularizado en el mundo entero. Hoy se habla de Larraín como un fantasma, que pasó si ser percibido, mientras que él, en cambio, retrató la esencia de las sociedades del siglo XX, sus paupérrimas contradicciones, pero al mismo tiempo las esperanzas en los tiempos de postguerra.