
Aïcha
La reina de Montparnasse.
Durante esos locos años 20, les Années folles, pululaba por el barrio bohemio Montparnasse una figura carismática: Aïcha Goblet. Junto a Kiki de Montparnasse era la estrella de ese pequeño planeta. Legendario fue cuando apareció con los pechos desnudos en una obra de teatro, cuando la desnudez pública aún no era siquiera imaginable. Pero una imponente mujer negra con ese carisma hacía lo que le daba la gana. No son pocos los que dicen que sin Goblet quizás no habría una Joséphine Baker.
Aïcha fue una actriz, bailarina y modelo que posó para figuras muy prominentes del arte parisino de la época, de Matisse a Vallotton.
Este último la retrata aquí con su magnetismo intacto, con su típico turbante, una túnica verde y un collar de cuentas rojo.
Según contaba ella, Goblet empezó su carrera de modelo para artistas en 1911, de la mano del pintor Jules Pascin que se atrevió a convencerla para posase para él. En ese año Goblet fue modelo exclusiva para Pascin, pero pasado el tiempo empezó a modelar para el escultor Alexandre Falguière, para Man Ray o para Tsuguharu Foujita, además de los antes mencionados y otros cuantos más. Algo veían los artistas en ella.