Atardecer

Como bien sabe quien sigue esta web desde hace tiempo, nos encanta Vallotton,

Este talentoso pintor entró a finales del XIX en el grupo de jóvenes artistas llamados Nabis («profetas» en hebreo) que adoraban la pintura de Paul Gauguin.

Gauguin les había mostrado una nueva forma de pintar, radicalmente diferente a lo que aprenderían en una escuela de Bellas Artes: colores brillantes sin mezclar directos del tubo, contrastes cromáticos de infarto, sombras de todos los colores menos el negro, subjetividad extrema, gusto por lo exótico…

Y también, por supuesto, la influencia de la estampa japonesa. Lo podemos ver en este colorido atardecer. Igual que los japoneses, Vallotton simplifica la naturaleza y la hace «plana» para obtener un resultado altamente decorativo. Además quiere darle a sus paisajes una gran carga emocional, más allá de una representación verdadera de la naturaleza y lejos del contexto topográfico

El paisaje representa una vista del estuario del Sena de la Côte de Grâce, un motivo recurrente en la obra del artista (ver otro de sus atardeceres), inspirado por sus muchos veranos en Honfleur (pequeño pueblo pesquero en Normandía) entre 1910 y 1925.

En 2010 un millonario compró este cuadro por 2.434.500 francos suizos. Que lo disfrute (y que lo comparta).