Mujer durmiendo
El artista suizo llena esta obra de diferentes planos cromáticos.
El postimpresionista Vallotton, realiza una obra que casi podríamos calificar de realismo mágico.
Una mujer durmiendo (y probablemente soñando) entre campos de color. Por un lado tenemos el estampado azul de la pared, después una manta de cuadros gris blanca y negra, y la colcha de la cama con tonos cálidos rojizos y amarillos.
Son esos planos cromáticos los que nos dan unas coordenadas del espacio donde estamos (exceptuando la mesilla de noche y el mueble de la cama). Vallotton (el nabi suízo) admiraba el arte de Gauguin, que también solía utilizar el color con ese objetivo, además, por supuesto de con fines simbolistas.
El artista consigue así evocar un sueño plácido además de conseguir una composición de calidad.
Pero pese a su pericia como pintor, la crítica de la época fue despiadada con su arte. Decían que sus escenas de interior parecían «pintadas por un policía»… Sin embargo, la crítica no suele enterarse de como va a evolucionar la historia del arte.
Fueron los artistas como Klimt, Rousseau, o los primeros expresionistas los que vieron en Vallotton un maestro a seguir.