Blanco y negro
Amores sáficos interraciales.
Es evidente que Vallotton homenajea aquí a la Olympia de Manet. 50 años habían pasado desde la escandalosa pintura del padre de los impresionistas, y uno de sus «nietos» decide hacer un remake, o más bien un reboot.
La escena es la misma: un interior con dos mujeres, una blanca y otra negra. La blanca está acostada y la negra la observa. Sólo falta el ramo de flores y el gato con la cola erecta.
Sin embargo aquí Vallotton prescinde totalmente del fondo, que se vuelve de un intenso turquesa, y sobre todo desnuda integralmente a la muchacha blanca e incluso muestra sin pudor su peludo pubis (bien sabía Goya que donde hay pelo hay alegría). Una chica que por su actitud, sus mejillas sonrojadas y su postura relajada tiene toda la pinta de que acaba de tener un pedazo de orgasmo justo hace unos segundos. Es más: todo indica que la mujer negra fue la que le proporcionó el clímax y se está fumando el clásico cigarro de después al borde de la cama. Es obvio que estas dos mujeres son amantes.
Es decir, Vallotton muestra aquí una escena de post-coito sáfico interracial, y lo hace con elegancia, buen gusto y saber hacer.
Vallotton es un artista extraordinario. Como bien sabréis los más veteranos, en HA! lo adoramos.