Cangrejo de espaldas
En esta época Vincent pintaba todos los santos días.
A veces no somos conscientes de lo mucho que influyó Japón en la cultura occidental. Sin la influencia del país en Europa no habría un Madama Butterfly de Puccini. Sin Kurosawa no existiría un Star Wars. O sin el ukiyo-e (estampas japonesas) no existirían obras como esta.
Van Gogh era un fanático de todo lo japonés y decidió tomar la idea de pintar ese cangrejo de los típicos grabados del país del sol naciente.
Vincent pintó el crustáceo en unos tonos brillantes de rojo contra el fondo verde. Estaba experimentando con lo que él llamó “las leyes del color” que habían sido descritas por el pintor francés Eugène Delacroix. Según esta teoría, los colores rojo y verde son complementarios, forman un par y juntos son más fuertes.
En esa época, Van Gogh pintaba todos los días. Y casi podemos percibir como ese día en concreto debía hacer mal tiempo y pilló lo primero que vio para trabajar con ello. Quizás con su cena.
Siendo un poco creativos, podemos decir que el cangrejo es también un símbolo (más aún de espaldas). Es algo con una cáscara dura que revela una parte inferior vulnerable y frágil. También es algo fresco, pero mañana empezará a oler…
Quizás Van Gogh está usando el cangrejo para decir algo sobre sí mismo y sus sentimientos. Sea como sea le salió otra de sus “pequeñas obras maestras”.