Sauces al atardecer
En Arlés, Van Gogh vivió su etapa más productiva.
Países Bajos, 1888
En 1888 Vincent llega a Arlés y pinta todo lo que ve, febrilmente. A veces pintaba varias obras al día. Fue su etapa más productiva.
Pero como sabemos, apenas vendió nada. Pagaba 5 francos al día por una habitación y no le daba para vivir… Si llega a tener un Delorian y llevarse todo el dinero que produce su obra, hoy sería el artista más rico del mundo.
Este cuadro tiene todas las características del Van Gogh que amamos:
Cielos vibrantes, importancia (simbólica o casi icónica) del sol, sauces a medio podar (frente a sus también típicos cipreses o pinos), colores intensos en el que predominan sus queridos amarillos, pinceladas expresivas…