La iglesia de Auvers-sur-Oise
Uno de los últimos cuadros del pintor holandés.
Tras dejar el psiquiátrico en el que estuvo ingresado por su crisis de 1890, Van Gogh se vuelve al norte para que lo tratase el Dr. Gachet.
En Auvers-sur-Oise, a las afueras de París, el artista pasaría sus últimas semanas de vida (en las que pintaría setenta cuadros).
De entre todos ellos destacamos su representación de esta iglesia gótica rural (Nuestra Señora de la Asunción) bajo un cielo de “cobalto puro”. El lugar estaba un poquito empinado por que estaba en lo alto de una colina, y vemos cómo divergen dos caminos, por uno de los cuales se acerca una campesina al templo.
Van Gogh no busca dar una impresión de la luz o el instante como sus colegas impresionistas. Más que proponernos una imagen fiel de la realidad, el artista quiere expresar esta realidad.
La iglesia parece estar derritiéndose. Una inestable construcción que podríamos comparar a la inestable situación del artista.
Estamos ante lo que harían fauvistas y expresionistas unos años después.
Días después de pintar esto, el artista se suicidaría… Y el cura de esta iglesia, hoy famosa gracias al artista, le negó el funeral.