
Cosacos zaporogos escribiendo una carta al Sultán Mehmed IV de Turquía
Partiéndose el culo.
No tienen muy buena fama los cosacos: subversivos, bandoleros, bebedores… Pero todo buen historiador debe investigar un poquito y encontrará sorpresas. Si nos mienten ahora en las noticias, imaginaos los bulos que hay en los libros de historia…!
Pero lo cierto es que los cosacos eran (aún existen) un pueblo guerrero, con un enorme patrimonio musical, gastronómico y artesanal (si bien es cierto que está casi todo enfocado a la guerra). Su dominio de la hípica era mítico y su hospitalidad exagerada. Además, los cosacos tenían un respeto reverencial por los ancianos y por las mujeres. El sistema político era democrático, pues las decisiones se tomaban por voto popular.
Ayudar a quien te lo pide, no esclavizar a nadie y vivir con lo que se tiene eran mandamientos obligatorios. Por el contrario contraer deudas y emborracharse eran actos despreciables. Incluso cuando fallecía un alcohólico era enterrado en un cementerio aparte, junto a los suicidas. La expresión «beber como un cosaco» se deba quizás a la propaganda soviética, que quizás no veía bien a un pueblo libre y sin normas, algo que por otro lado promocionó el Romanticismo.
Eso no quiere decir que los cosacos no bebieran: los tragos hombro con hombro, exaltaciones de la amistad, canciones y bailes, bromas y chistes eran habituales entre los cosacos.
Eso se ve bien en este cuadro de nuestro amado Repin, que tardó once años en acabar. Un cuadro casi humorístico.
En 1676, los cosacos ucranianos le mandan una carta de respuesta al Sultán Mehmed IV, jefe por aquel entonces del poderoso Imperio otomano. Pese a ser derrotado en batalla, el Sultán quería que aceptaran sus condiciones:
Os ordeno, cosacos zapórogos, que os subyuguéis a mí de manera voluntaria y sin resistencia alguna. Os mando, además, desistir de seguir incomodándome con vuestros ataques.
No tardaron en responder con otra carta los cosacos. Y contenido estaba lleno de insultos y obscenidades varias, todo un Fuck You en respuesta al Sultán; hijo del profeta, hermano del sol y de la luna, nieto y virrey de Dios, emperador de emperadores, soberano de soberanos, caballero extraordinario jamás vencido, fideicomisario y elegido del mismísimo Dios, esperanza y confort del pueblo musulmán.
Mientras leen y escriben la carta, los cosacos se parten el culo de risa. Y es que la carta era la bomba:
Oh sultán, demonio turco, hermano del puto demonio, amigo y secretario del mismísimo Lucifer.
¿Qué clase de caballero del demonio eres que no puedes matar un erizo con tu culo desnudo? Cuando el diablo caga, tu ejército come. Tú, hijo de puta, no tendrás súbditos a cristianos… nosotros no tenemos miedo de tu ejército, lucharemos contra ti con tierra y agua y nos follaremos a tu puta madre.Follacabras, hijo de puta, tonto de todo el mundo y el inframundo, idiota ante Dios, nieto de la serpiente y calambre en nuestras pollas. Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero ¡fóllate a tu madre, cabrón!
Por esto los cosacos declaran, basura de bajo fondo, que nunca podrás apacentar ni a los cerdos de los cristianos. Concluimos, como no sabemos la fecha ni tenemos calendario; la luna está en el cielo, es el año del Señor, y es el mismo día es aquí que allá, ¡así que bésanos el culo!