Derbi en Epsom
¿Caballos voladores?
Gran apasionado de los caballos, Géricault pintó muchísimos cuadros con estos animales como protagonistas. Esta obra en concreto, representa una carrera de caballos anual que aún hoy en día continúa celebrándose, con fama internacional. Se lleva a cabo en el hipódromo de Epsom Downs, ciudad perteneciente al condado de Surrey, Inglaterra. Está inspirada en una vivencia personal del artista, fue espectador de una de estas carreras durante una tormenta. Y ya sabemos lo perfectos que son los fenómenos meteorológicos para cualquier artista romántico que se precie…
Es curioso la gran influencia que provocó la obra a los impresionistas, pues tanto el cielo con ese ambiente eléctrico como el césped son meras manchas, borrones de colores vívidos que contrastan el uno con el otro. Géricault quería fijar toda la atención en los caballos y sus jinetes, que podrían incluso parecer un relieve.
Pero…¿no hay algo que os resulte extraño?
¡Nada menos que en los caballos!
¿Por qué parece que vuelen o se estiren más de la cuenta?
La respuesta es sencilla: Aún quedaban unos años antes de la invención de la fotografía, y los caballos iban al trote con tanta rapidez que para el ojo humano era imposible detectar el movimiento concreto de sus patas. De ahí el error de Géricault al pintar a los caballos como si flotaran en el aire al unísono.
Fue a partir de inventar la fotografía cuando pudimos comprobar que los caballos nunca tienen sus cuatro patas tensas en el mismo momento. De lo contrario, lo más probable es que acabaran estampándose contra el suelo.