Desayuno en cama
Maternidad matutina.
Un delicioso cuadro sobre la maternidad y la cotidianidad familiar en el que la gran Mary Cassatt captura un instante íntimo en el dormitorio de una madre medio dormida recién despertada por su ya muy despierta hija. La madre mira a su niña y la abraza, envolviéndola en una infinidad de blancos de todos los tonos y matices. Ni rastro del padre, bien porque no lo hay, bien porque a lo mejor ni hace falta.
Vemos en la mesilla de noche el desayuno del título, una taza blanca con un café que quizás le preparó su hija por ser un día especial.
Mary Cassatt era bastante asidua a este tema de la maternidad y a menudo abordaba la relación pictórica entre madres e hijos, pese a que nunca se casó ni tuvo hijos. La artista era muy consciente de que al ser mujer, su obra no era tomada del todo en serio… una mujer no desarrollaba una carrera artística a menos que tuviera un amigo o protector en el jurado o coqueteara con sus miembros. Por ello tocó en su carrera todo tipo de temáticas sobre la mujer, imágenes de la vida social y privada de las mujeres, desde maternidades como esta a temas de actualidad denunciando las desigualdades.
Y es que Mary Cassatt siempre fue feminista, y apoyó activamente el sufragio femenino.