Descargadores en Arles
De sol a sol.
Van Gogh empezó a usar colores super-saturados tras su llegada a Arles. Estaba claro que en tiempos de modernidad había que superar un poco el Impresionismo, y como el pintor había cambiado de ciudad para cambiar de vida, también era lógico cambiar un poco el estilo.
Este empieza a ser el Vincent van Gogh que todos conocemos y amamos, el de pinceladas vibrantes y colores intensos, el de pintar con el corazón y las tripas, el de ese estilo fresco y fascinante como el de una estampa japonesa.
Bastante japonés es el estilo de esta obra, donde el artista nos muestra a unos estibadores descargando carbón al atardecer a orillas del Ródano. Se los ve a contraluz, apenas abocetados con una mancha, pero queda claro su trabajo, su clase social y hasta podemos decir que su estado físico y emocional tras un duro día de trabajo.
Abocetadas también están las arquitecturas de Arles, ciudad a orillas de Ródano, cuyas aguas reflejan los edificios en negro y ese cielo verde y amarillo a punto de encender sus estrellas. Esa ciudad con importantes vestigios romanos que acogió al artista para pintar esos maravillosos paisajes provenzales con los que van Gogh fue un paso más allá del Impresionismo.