Ecce Homo
Conjuntivitis mística.
A Fra Angelico se le va un poco la mano mostrando el dolor y la pasión de Jesucristo. Pero era el siglo XV, nacía el renacimiento, y además del creciente interés por la mitología existía una corriente artística de carácter espiritual que venía del siglo anterior llamada “devotio moderna”, que pretendía poner a los fieles en contacto directo con la imagen sagrada, enfrentándolos con el sufrimiento de Cristo representado aquí en primerísimo plano.
Como vemos, las imágenes de esta corriente están cargadas de una emoción patética. Se recurre al color rojo casi pornográfico, como en un Giallo, desde luego sin colirio. Así, creían los artistas como Fra Angelico, la imagen nos invita a la comunión con los sufrimientos de JC, y de ese modo a venerar más al tipo que se sacrificó para nuestra salvación.
Además los torturadores no están en la imagen, y eso hace que quizás nos sintamos responsables nosotros, sentimos nuestra responsabilidad comprometida. Porque para Fra Angelico somos nosotros los culpables de que por nuestras debilidades que Jesús tenga esa pinta sanguinolienta.
El artista pinta una imagen que valdría para una película de terror y deja bien visibles las huellas de la pasión. En el halo pone bien claro: IHS “Jesús Salvador de los hombres” y XPS “Cristo Salvador”.