El Bucintoro
Una postal de Venecia.
La masificación turística de Venecia no es cosa de ahora (aunque hoy roza el esperpento). En el siglo XVIII era el destino de media Europa, que quería pasearse en góndola y disfrutar de su pintoresco skyline. El artista Giovanni Antonio Canal, Alias Canaletto sólo dio al público lo que quería: una postal de Venecia. De hecho, a eso dedicaría toda su carrera.
Canaletto se dedicó al llamado Vedutismo, cuadros de paisajes y vistas de la ciudad de los canales que en la época arrasaban entre la nobleza, sobre todo la británica. De hecho, Canaletto vivió casi una década en Londres donde gozó de status de estrella de rock and roll.
El padre del artista fue escenógrafo de profesión, y pintaba paisajes para obras de teatro. Quizás ahí aprendió Canaletto sus primeras nociones de vedutes (vistas) y caprichos (vistas inventadas o fantásticas), géneros que empezaban a estar muy de moda.
Este en concreto muestra el día de la Ascensión, cuando según la tradición el dux de Venecia navega al mar Adriático y lanza un anillo de oro al agua como símbolo de unión y prosperidad entre el mar y la ciudad. Canaletto llena el espacio de góndolas dando vueltas destacando sobre todas el Bucintoro, el barco oficial. Vemos muelles, canales, el campanario, las cúpulas de San marcos, el Palacio Ducal y demás monumentos típicos y tópicos de Venecia.
Para realizar estos paisajes urbanos era necesario un gran dominio de la perspectiva. Canaletto uso todo tipo de técnicas para lograr el mayor realismo, y muchos sospechan que el pintor utilizaba una cámara oscura, artilugio que proyectaba una imagen sobre la cual el artista podía trabajar. Una trampa, que no pocos autores utilizaron y aún utilizan.