El hombre reensamblado
Frazetta fue más artista que la mayoría de artistas de esta web.
Frazetta hizo esta ilustración para la portada de la novela pulp de ciencia ficción erótica de Herbert D. Kastle.
En ella vemos perfectamente su maravilloso estilo: por ejemplo sus desnudos de una notable perfección anatómica o sus imágenes de extraordinaria narratividad, que casi cuentan la historia ellas solas. Y es que Frazetta inició su carrera como dibujante de cómics, trabajando a un ritmo febril y desarrollando esa vena narrativa marca de la casa. Creando personajes e historias a velocidades pasmosas.
Sin duda Frazetta tenía personalidad y la inspiración le pillaba siempre trabajando.
Aún así, el artista nunca será homenajeado en ridículas bienales o tristes museos de arte contemporáneo, ni falta que hace. Son artes de distintos mercados, de distintas actitudes.
Aunque Frazetta es más pop que -por poner un ejemplo- Andy Warhol. Mejor dibujante. Mejor artista. Más influyente incluso. Pero por alguna razón, el vago Warhol es «arte culto» aún dentro de su espantosa premisa populachera, y el trabajador y talentoso Frazetta, un simple artista pulp.
Es como la típica conversación de cuñados en la que cualquier manifestación de flamenco o jazz, por mediocre que sea, es más elevada a un grupo de rock sinfónico o de metal tolkienesco. O que la más aburrida película de Tarkovski es mejor que una de Corman. O que un bodrio del inútil de Jeff Koons es más arte que Frazetta.
No tenemos prejuicios con lo pulp: sabemos que Frank Frazetta es un Rodin en cuanto a la perfección con la que construye la anatomía humana, un Rubens en cuanto a darle dinamismo y vida a sus figuras, un Picasso en cuanto a influenciar al arte posterior (a Frank le debemos desde la estética de cualquier guerrero bárbaro de la serie A a la Z, hasta el sujetador de Leia Organa, pasando por la imágen global del Heavy Metal).
Viendo este dibujo de mujeres desnudas soportadas por una mano gigante (que ilustra a la perfección el libro) ya vemos que la base de su arte es fuerte y sólida, aguda, violenta en muchos aspectos. Es a la vez espontánea y estudiada. Es fascinante.