El triunfo de la fama

Ahí tenemos a la Muerte en plena fiesta. Rodeada de cadáveres, disfruta como una perra, sonriente y en éxtasis. Se lo ha pasado bomba esos años en los que la peste se había llevado por delante a media Europa. Pero es tiempo de un nuevo ciclo, y se va retirando como una diva putrefacta y feliz como una lombriz.

Francesco Petrarca (1304–1374), escribió sus Triunfos sobre el 1352, Annus horribilis de la peste En estos poemas nos habla de que el Amor triun­fa, pero éste a su vez es vencido por la Muerte, y después por la Fama, el Tiem­po y finalmente la Eternidad. No entiendo de poesía, pero todos los expertos afirman que es un libro cojonudo.

El caso es que el poema, escrito al parecer durante más de 20 años, se ilustró en toda suerte de maravillosos manuscritos iluminados como este, todo un ejemplo de modernidad y belleza. Ya quisieran algunos artistas de hoy en día expresar algo tan profundo con tanto encanto.

Aquí vemos como la Muerte se va retirando para dejar paso a la Fama, y de agujeros del suelo surgen celebridades como Escipión o el César, y otros ilustres personajes como Aníbal, Alejandro, Saladino, el Rey Arturo, y demás beautiful people para los ojos medievales.