Aprende, Xan

Campesino y cacique son sorprendentemente esbozados por el artista/escritor con cuatro trazos en esta viñeta que precede el actual humor gráfico.

Se nota el efecto que tuvo en Castelao el Expresionismo Alemán y el artista abraza la caricatura como el arte supremo, interpretando mejor que cualquier arte la realidad social del momento, a la vez que expresa una honesta búsqueda de la identidad de un pueblo.

Un pueblo, el gallego, que es capaz de apreciar ese tono satírico propio, teñido de cierto pesimismo, la retranca, y a la vez identificarse con él, sin llegar de todo a resignarse.

Parece que no cambiaron las cosas en Galicia desde Castelao. Este humor corrosivo de esta viñeta supurante de carga social es absolutamente válido en nuestros días.