La última lección del maestro
Homenaje a los maestros asesinados por el fascismo español.
Ahora que vuelve a salir de su letargo el fascismo, como siempre disfrazado de libertad y democracia, es un buen momento para recordar el Guernica que homenajea a los maestros e maestras asesinados en la II República.
Castelao aparca por un momento su característico humor y retrata la salvaje represión franquista en Galicia mediante la figura de un maestro republicano represaliado y dos de sus alumnos velando su cuerpo en un paisaje triste y desolado. Su sacrificio fue la última —definitiva— lección que les dejó a las nuevas generaciones.
Dejando de lado la evidente asociación iconográfica religiosa con la figura de Cristo, muchos vieron en el asesinado el rostro de Alexandre Bóveda, uno de los principales mártires gallegos de la Guerra Civil y amigo personal de Castelao. El artista, al contrario que Bóveda, salvó el pellejo al estar fuera de Galicia donde militares y paramilitares campaban a sus anchas eligiendo a sus víctimas cuando empezó el golpe de estado. Muy bien podría haber sido también el artista un muerto más.
Da la impresión que Castelao le quiso dar cierto aire anónimo a ese rostro para transmitir que fueron muchos los asesinados y asesinadas en esos años oscuros, y que, como bien sabemos por conocimiento empírico, el pueblo que no conoce o olvida su historia está condenada a repetirla, por lo que debemos estar siempre alerta. Quizás esa es la última lección de este maestro.
El óleo está basado en un grabado anterior de Castelao, «Galicia mártir», una especie de «Desastres de la guerra» de Goya llevado a la idiosincrasia gallega y al propio estilo del autor. También podemos apreciar referencias al «Ángelus» de Millet en el paisaje lacónico, la melancolía del ambiente y los tonos tierra difuminados por la bruma.