El conocedor
¿Que estará pensando este señor de la pintura que tiene ante sus narices?
En 1961, mientras pintaba esta obra, el estudio de Rockwell se transformó temporalmente en el lugar de trabajo de un expresionista abstracto e investigó sobre este tipo de pintura. Y eso es de lo que habla esta pintura en realidad: de la relación entre el arte convencional y el moderno.
A Rockwell siempre le había fascinado el arte moderno, y en concreto el arte abstracto, sobre todo ahora que era un arte genuinamente americano. Por ello quiso diseñar una portada para una revista en la que poder reconocer su apreciación por sus colegas modernos.
Así creó esta pintura-ilustración, donde vemos a un señor de espaldas (el propio Rockwell quizás) que no muestra su reacción ante las salpicaduras de lo que parece ser un Jackson Pollock. El espectador es quien debe sacar conclusiones y adivinar si este hombre está asintiendo con aprobación (es lo que yo creo), o negando decepcionado.
Para imitar a todo un Pollock, Rockwell investigó minuciosamente su obra y su proceso, y lo repitió varias veces por separado hasta conseguir la que finalmente sale en The Connoisseur. Después colocó un recorte de su pintura del hombre sobre su abstracto y combinó las imágenes para su pintura final. Técnicas de ilustración propias de las revistas llevadas al óleo en un lienzo.