El problema con el que vivimos
Ruby fue la primera niña negra en ingresar en una escuela pública reservada para blancos.
Norman Rockwell hizo esta ilustración para la revista Look del año 1964. Viendo como estaba la situación de su país, decidió dejar de lado su visión amable, cómica y tierna de las cosas y usar sus pinceles como armas.
Los Estados Unidos en los 60 estaban al borde de la revolución. El cuadro narra un hecho real: la niña Ruby Bridges, entrando en el colegio en su primer día de escolarización. El hecho de que esté flanqueada por cuatro oficiales es porque la gente le tira cosas y la abuchea, probablemente usando la palabra nigger que está escrita en el muro.
Ruby fue la primera niña negra en ingresar en una escuela pública reservada para blancos y pese a los insultos y las amenazas camina con la cabeza erguida y la mirada al frente. Muy dignamente con su ropa blanca inmaculada (inocencia) y sus cosas del colegio (sabiduría), convirtiéndose en el centro de la composición.
Por la formación clásica de Rockwell, éste sabía perfectamente la importancia de la perspectiva áurea y donde colocar el número Φ (Fi), que está justo sobre la protagonista y no en el centro justo. Un poco desplazada a la izquierda, Ruby está a la vanguardia, demostrando su valentía y determinación frente a la injusticia. Además todos caminan hacia la izquierda (y en occidente, que leemos de izquierda a derecha, eso es ir a la inversa), en el sentido es de oposición y resistencia.
Por supuesto, esta obra magna de Rockwell no fue apreciada por la snob élite cultural de la época. Rockwell no era lo suficientemente cool. Era muy popular y no muy críptico, demasiado realista y figurativo, cristalino en el qué y el cómo, por lo que nunca llegó a sentirse integrado en el mundo del Gran Arte.