Estanque en el santuario de Benten en Shiba
Un mar de lotos.
Un mar de color verde invade la vista y se extiende hasta el horizonte. Un puente nos hace ver que nos encontramos en un estanque cubierto por lotos y sus flores indican que estamos en el punto álgido del verano. Dos chicas con trajes tradicionales japoneses observan el espectáculo, que se pierde hacia el horizonte hasta encontrarse con un bosque frondoso.
Curiosamente no estamos mirando el mundo rural de Japón, si bien podría ser así: en este caso el autor retrata el puente Shinobazu del parque Ueno, en el centro de la ciudad de Tokio. Esta impresión xilográfica a varios colores representa uno de los tres estanques cercanos al templo Benten, que podemos encontrar en este parque; en concreto, solo uno de ellos es el que contiene estos lotos.
Kawase Hasui nos regala una escena llena de serenidad y con un delicado equilibrio, mostrada con una perspectiva muy moderna para la época. Es el shin-hanga en todo su esplendor, la modernización impresionista del estilo tradicional japonés ukiyo-e.
La paleta de verdes casi homogéneos invade la escena, que está salpicada por flores rosas, en un juego de combinaciones cromáticas opuestas. El rojo, el blanco y el negro de las figuras hacen de contrapunto. La línea ondulante del puente nos ayuda a ordenar la escena, dividiéndola y dando un respiro a la vista, que vuelve a sumergirse de nuevo en la naturaleza en cuanto lo pasa.
Cuando miramos obras del autor como esta sentimos, una vez más, la pequeñez humana en mitad de una naturaleza rica y desbordante. Envueltas en un universo verde, las dos personas parecen suspendidas en la quietud y la calma.
Si queréis podéis visitar el lugar original aunque esta litografía muestra una visión tan hermosa que casi mejor no verlo nunca, por si acaso decepciona.