Gertrude Stein
Gertrude Stein, millonaria, intelectual, agitadora cultural, pionera de la literatura LGTB, mecenas y coleccionista de arte tuvo una importancia capital para el desarrollo del arte moderno.
Gertrude Stein era una joven millonaria americana que había llegado a París en 1903. Por su apartamento en la Rue de Fleurus, en pleno Montparnasse, pasaban poetas, filósofos y artistas de vanguardia las 24 horas.
La Stein, intelectual y escritora de carisma sobrenatural (suyas fueron las míticas frases “Una rosa es una rosa es una rosa es una rosa”, o “no hay ahí allí”), fue adquiriendo junto a su hermano Leo una impresionante colección de arte que nadie parecía valorar en esa época. No sólo actuaban de mecenas sino que eran unos verdaderos agitadores artísticos que motivaban a los artistas más audaces a ir más allá, animándolos y comprando sus obras, incluso cuando no estaban muy convencidos de la valía de estas.
Gertrude llevaba tiempo esperando a que el joven Picasso le hiciera un retrato y empezó a posar para él. Las sesiones se prolongaron durante casi tres meses. Mientras tanto, Fernande Olivier, la amante de Picasso, leía fábulas de La Fontaine.
Cuando Picasso empezó la obra, estaba en plena época rosa pero al poco tiempo empezó a hacer un arte extraño. Feo incluso. Estaba empezando a dar forma al cubismo, influido por Cezanne, El Greco, el arte primitivo africano, las figuras cicládicas y su “enemigo” Matisse, que también pululaba por el apartamento de los Stein.
Pablo, insatisfecho con lo que había pintado hasta ahora, le pintó una nueva cabeza a su mecenas, más de su nuevo estilo. Cuando Stein contempló el resultado, le pareció horrendo. “No se preocupe…”, dijo Picasso “.… al final, llegará a ser usted exactamente así”.
La obra está claramente influída por Cezanne, el ídolo tanto de Stein como de Picasso (ver las semejanzas con el retrato de Madame Cezanne), pero a la escritora no parecieron gustarle la enorme oreja, los pómulos distorsionados, los ojos desiguales y esa pose tan masculina, aunque desde luego, por lo que se dice, la Stein era pura masculinidad, y se codeaba con machos alfa como Hemingway, con el que compartió no pocas amantes.