Isla de Montmatre
El autor que inspiró la dirección de arte de la película "Amelie".
El gran éxito europeo de 2001, la comedia romántica francesa «El fabuloso destino de Amélie Poulain» esconde una figura que poca gente conoce: el pintor brasileño Juarez Machado, afincado hoy en París, que enamoró al director Jean-Pierre Jeunet.
La paleta de Machado, con esos colores primarios, impactó tanto al cineasta que adoptó su estética para la iluminación y escenografía de la popular película, además de incluir algunas de sus obras, como las que aparecen en la habitación de la protagonista.
Además de por sus colores, la obra del pintor de Santa Catarina está marcada por la presencia de sus características figuras humanas, lánguidos y casi andróginos, inspiradas en el universo de lujos del arte decó, y sobre todo en la artista Tamara de Lempicka.
Sus personajes glamourosos disfrutan del ocio en playas, bares, fiestas o cruceros, como en este caso. Dos elegantes personajes que viajan en un lujoso barco en el que se puede ver el Sacré Cœur del barrio de Montmatre, que como sabemos fue el epicentro del arte moderno.
Sin embargo, en Montmatre no hay mar, y no está en una isla como sugiere el título. Es un universo onírico, irreal. Montmatre es una Arcadia de lujos y elegancia, o quizás París ha quedado sepultada bajo el mar y sólo sobresale uno de los principales símbolos del barrio más artístico del mundo.