La lectora de novelas
Lecturas perniciosas.
La lectora de novelas, como muy bien reza su título, muestra a una muchacha leyendo un libro… El propio van Gogh dice en una de sus cartas que la chica tiene cabello abundante muy negro, un corpiño verde, las mangas color de hojas de vino, la falda negra, el fondo todo amarillo, estanterías con libros.
Vincent la pintó en el otoño de 1888, cuando vivía en Arlés, y no contó con una modelo real, así que tuvo que imaginársela, como hacía a menudo su colega Gauguin. Lo que el artista quería plasmar era a una mujer leyendo una de esas «novelas modernas» (lo sabemos por las tapas amarillas), cuya lectura no estaba nada bien vista en la época para una señora decente. Van Gogh, como es lógico, no estaba de acuerdo con esto y creía firmemente que las mujeres debían leer este tipo de libros.
Vincent le escribió a su hermana Wilhemina, AKA Wil (no todo iban a ser cartas a su hermano Theo) recomendándole algunas de estas perniciosas lecturas tales como:
- La comedia humana de Balzac.
- Cuento de Navidad de Dickens.
- La cabaña del tío Tom de Beecher Stowe.
- Recuerdos de la casa de los muertos de Dostoievsky.
- Germinal y La alegría de vivir de Zola.
- Salambó de Flaubert.
- Los poemas de Whitman.
- Pedro y Juan de Guy de Maupassant.
Según contaba él mismo, para retratar a mujeres no sólo se guiaba por los trabajos de Rembrandt sino también por los de Zola, Daudet, Goncourt y Balzac.