Lirios
Calificada en su momento «la mejor pintura del siglo XIX»
Cuando en 1990 el californiano Museo J. Paul Getty se hizo con Los lirios de Vincent van Gogh, los convirtió en la obra más cara de la historia del arte hasta ese momento. La cifra no trascendió, pero el cuadro ya estaba valorado en más de 50 millones de dólares de la época.
Los responsables del museo dijeron que la obra era la mejor pintura del siglo XIX y la obra de arte más importante que se puede comprar en EE UU.
Una cifra obscena, sin duda, pero no podemos decir que esta maravilla no vale eso y mucho más.
Van Gogh pintó Los lirios durante los primeros meses de su estancia en el asilo de Saint Paul de Mausole, en Saint-Rémy, un año antes de su suicidio y la calificó él mismo como el pararrayos para mi enfermedad,
ya que le parecía que se iba a volver loco si no seguía pintando.
Vincent simplemente pintó lo que tenía a su alrededor (unos 130 cuadros) y en este caso tenía unos lirios color malva creciendo en el jardín.
Estilísticamente vemos al Van Gogh de la época, con una clara influencia de los grabados japoneses y de su colega Gauguin, que le aconsejó pasar del naturalismo y pintar más bien la expresión de lo que un artista lleva dentro, llevándose por delante siglos de tradición en favor de la expresividad cromática.