Mesalina
Mármol caliente.
La esposa del emperador Claudio pasó a la historia por su belleza y sobre todo por su promiscuidad. Las infidelidades eran continuas en palacio (Claudio o no se enteraba o no quería enterarse) y hay legendarias anécdotas en cuanto a la ninfomanía de Mesalina conocida en toda Roma.
Tuvo centenares de amantes, incluyendo nobles, esclavos y gladiadores. El poeta Juvenal dice que hasta se prostituía en los burdeles más baratos de los peores barrios de Roma. Y el historiador Plinio el Viejo afirma que llegó a organizar una competición retando al gremio de prostitutas para ver quién podía atender a más hombres en una noche. Al parecer compitió contra una puta llamada Escila (en alusión al monstruo de La Odisea que se tragaba enteros a los hombres), pero esta acabó abandonando a medio concurso dejando a Mesalina batir un extraordinario récord: esa noche la emperatriz llegó a la inverosímil cifra de 200 hombres.
Recomendamos desde HA! el visionado de la magnífica serie Yo, Claudio, en la que se habla de estos «hechos».
El escultor Eugene Cyrille Brunet optó por representar con su evidente clasicismo a la emperatriz agotada tras una de sus noches de excesos en esta pose reclinada a medio desnudar que rezuma sensualidad convirtiendo el frío mármol en algo de lo más caliente.