Tondo Doni
Una de las joyas del cinquecento italiano.
La palabra “tondo” significa “redondo” y se usaba a menudo para referirse a obras como esta, que tenían un formato circular.
Miguel Ángel pintó “Tondo Doni” por encargo para el banquero florentino Agnolo Doni, que quería conmemorar su reciente matrimonio con Maddalena Strozzi y decidió regalarle esta obra redonda para poner sobre la cama en su dormitorio (este formato se asoció al matrimonio durante el Renacimiento).
El artista era ante todo escultor, pero se ve que el banquero le pagó bastante bien y decidió “rebajarse” a pintar con témpera, aún cuando odiaba la pintura.
La obra representa a la Sagrada Familia, con su San José atrás, la Virgen, que como todas las figuras femeninas de Miguel Ángel, está bastante fortachona, y por supuesto el Niño, también con unos buenos musculitos.
La obra sorprendió a todo el mundo del cinquecento por las extraordinarias poses de los personajes. María está sentada en el suelo y retuerce su cuerpo en espiral para poder sostener a su hijo, que se está agarrando de su pelo para no caerse.
Llama la atención el fondo del cuadro, con toda esa gente en pelotas (todo hombres, por cierto). Algunos los consideran ángeles ápteros (sin alas), pero la mayoría de historiadores quiere ver en ellos al mundo pagano anterior al nacimiento de Jesucristo. Un niño hace de mediador entre los dos grupos. Es San Juan Bautista, siempre entre el paganismo y el cristianismo.