Albert Marquet
Francia, 1875–1947
Albert Marquet fue un pintor fauvista francés, pero un hombre de mundo. Gran viajero, visita toda Francia, buena parte de Europa, el Magreb y el Cercano Oriente. Desde 1920 abandona París cada invierno para irse a Argel, donde conoció a su esposa, Marcelle Martinet (1892–1984), y pasa la Segunda Guerra Mundial.
Marquet se dedica sobre todo a los paisajes, naturales o urbanos, muy a menudo repetidos en diversas luces y estaciones, que recuerdan al impresionismo, pero los simplifica con colores planos, subrayando los contornos con una línea oscura.
Marquet era al parecer tímido y taciturno y pintaba para sí mismo. Su independencia y rechazo de la autoridad, que pueden haberlo hecho pasar como autodidacta, impiden cualquier clasificación reductiva, aunque la recepción de su trabajo ha oscilado entre dos etiquetas: «fauvista moderado» e «impresionista tardío».
Aunque Albert Marquet pintó con los fauves durante muchos años, usaba colores menos intensos y violentos que ellos, y enfatizó los tonos menos intensos mezclando complementarios. Marquet prefería amarillos mates, violetas apagados o azules. Las figuras humanas las pintaba muy simplificadas, dibujadas caligráficamente en una forma que recuerda al estilo japonés. Se dice que Matisse (compañero de habitación durante sus estudios) le llamaba «nuestro Hokusai».