Carl André
Estados Unidos, 1935–2024
Carl André fue uno de los militantes minimalistas que reaccionaron contra la pasión desenfrenada del expresionismo abstracto mediante la supuesta frialdad de repetir y ordenar en el espacio un determinado número de módulos sencillos como ladrillos, placas, maderas…
Este arte «sin pasiones» en el que básicamente se quiere usar el objeto de forma literal, es utilizado casi siempre por André a ras de suelo, sin verticalidades. Para él la escultura no es cortar o moldear la materia hasta encontrar la forma, sino simplemente de ocupar el espacio a través del mínimo material posible y con la mínima manipulación de ese material, es decir, sin imponer propiedades a la materia, sino revelando las que ya tiene.
Tres fueron las influencias para André: En primer lugar Brancusi, del que se interesó por su uso de las maderas y de módulos, también algunos de los primeros minimalistas como Frank Stella, con el que compartiría estudio y finalmente su propio trabajo en el ferrocarril. La escultura no da mucho dinero, y André se vio obligado a trabajar de 1960 a 1964 como guardafrenos. Según sus palabras esto le ayudó a «liberarse de las pretensiones del arte y ponerle en contacto con grandes y pesadas masas de materiales.»
Al margen de su trabajo, André estuvo casado con la también artista cubana Ana Mendieta, que fallecería en extrañas circunstancias en el apartamento de ambos en GreenWich Village (NYC). Testigos afirman que hubo fuertes discusiones tras las cuales Mendieta salió despedida por la ventana de un 34º piso. Tres años de juicios absolvieron a André y la muerte fue declarada oficialmente suicidio, aunque son muchos los que dudan de la inocencia del escultor.