Eduard von Grützner
Alemania, 1846–1925
¿Os suenan los cuadros de monjes borrachos? Fue todo un subgénero y Eduard Theodor Ritter von Grützner fue el pintor alemán especializado en ese tema. El pintor también fue todo un experto en retratar a Falstaff, el gordo borracho de las obras de Shakespeare.
Grützner nació en el seno de una familia noble y muy religiosa de Prusia. Gracias al pastor de la iglesia local, que vio su talento, el joven Eduard pudo estudiar arte en Munich.
En 1870, al acabar los estudios, Grützner se hizo su propio estudio en su casa y se puso a pintar como un loco, con la suerte de convertirse en un artista muy exitoso, además de acabar convirtiéndose en profesor y en un prominente coleccionista de arte.
Considerado uno de los principales pintores de género de Múnich en la segunda mitad del siglo XIX, la obra de Grützner mezcla la técnica más académica con temáticas humorísticas, un cóctel perfecto para el éxito artístico. Además si se muestra a miembros del clero cometiendo pecados como cualquier hijo de vecino, es lógico el éxito de Grützner.
Al final fue uno de los pintores más populares y queridos de Alemania. Hasta el nazi Albert Speer fue fan declarado de Grützner.