Eduardo Rosales
España, 1836–1873
El pintor español Eduardo Rosales Gallinas fue un ejemplo de artista académico del siglo XIX cuyos cuadros de historia triunfaron en España y también en el exterior.
De familia humilde, y huérfano desde muy joven, Eduardo Rosales entró en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando a base de esfuerzo y talento. Ahí, por cierto, tuvo de profesor a Federico Madrazo. En esa institución Rosales se fue haciendo poco a poco un nombre en el arte español sin enchufes ni chupadas de polla, algo desde luego inaudito. Para nada estoy diciendo que para triunfar en arte hay que poner a veces el culo, aunque lo piense.
El talento (y alguna que otra ayuda económica de sus amigos) de Rosales lo llevó becado a Roma, donde entró en contacto con los nazarenos (una especie de prerrafaelitas de origen alemán, bastante interesantes, por cierto), pero pronto optó por un estilo más realista, menos romántico, que es el que seguiría el resto de su —corta— vida.
Corta porque fue un tuberculoso desde los veinte años, y por ello doblaría la servilleta con apenas treinta y seis años de edad.
El estilo de Rosales sigue un academicismo internacional, destacando las temáticas de historia.