Hans Memling
Alemania, 1430–1494
Hans Memling fue un pintor activo en Flandes, aunque nació en Alemania. Es por eso que junta dos estilos, dos formas de hacer arte que en el Renacimiento florecían en el norte, compitiendo en talento, habilidad y técnica con los artistas del sur. Como era costumbre en la época, se dedicaba sobre todo a obras religiosas, pero a menudo incorporaba retratos de sus donantes y mecenas. De hecho, Hans Memling fue un excelente retratista.
De joven viajó a Flandes para formarse como pintor, y lo consiguió como aprendiz en el taller de Roger van der Weyden. Antes de darse cuenta, en Brujas era ya un artista consagrado. Pintó retablos sin ton ni son para banqueros, burgueses, miembros del clero y demás gente pudiente. No es casualidad que se convirtiera él mismo en uno de los tipos más ricos de Flandes. De hecho, el nombre de Memling aparece en una lista de los 875 ciudadanos más ricos de Brujas, que eran suscriptores obligatorios del préstamo planteado por Maximiliano I de Austria para financiar las hostilidades contra Francia en 1480.
Los retratos de Memling traspasaron fronteras flamencas y llegaron a ser muy populares en Italia. El pintor usaba paisajes de fondo, y después retrataba a la perfección a la gente. Eso se convirtió en un signo de autor y no pocos autores italianos «copiaron» este particular estilo. Y no solo en Italia… resulta que Memling fue uno de los pintores favoritos de Isabel la Católica, que compró varios de sus cuadros.
Murió en Brujas. Los papeles de su testamento indican que Memling dejaba varios hijos y una propiedad considerable. Su arte quedó en letargo durante siglos, pero en el XIX fue otra vez valorado como se merecía.