Hyeronimus Bosch
Países Bajos, 1450–1516
Conocido en España (donde está gran parte de su obra) como El Bosco, el pintor holandés Hyeronimus Bosch fue un absoluto adelantado a su época hasta el punto que incluso hoy en día sus delirantes escenas fantásticas son de una modernidad y osadía sin precedentes. No en vano los surrealistas lo consideraron uno de los primeros que manejaron lo onírico en las artes.
Su temática fue casi exclusivamente religiosa, pero se interesó sobre todo por la debilidad humana, y bebió básicamente de la cultura popular. Refranes, dichos, supersticiones, costumbres y leyendas de su tierra fueron una mina para él y casi siempre impregnó sus pinturas de un burlesco sentido del humor, que en ocasiones rozaba la crueldad.
Es el suyo un arte rural. Nunca entró en contacto con la cultura urbana ni con las nuevas tendencias de los Países Bajos, España o Italia. Comparado con Leonardo da Vinci, contemporáneo suyo vemos la diferencia entre un arte desarrollado en las cortes efervescentes de nuevas ideas frente al arte provinciano, de un estricto catolicismo, pero con matices paganos casi politeístas, muy del agrado de Felipe II de España, que trajo muchas de sus obras, hoy conservadas en El Prado.
En sus pinturas mezcla motivos astrológicos, folclore, brujería y alquimia cargados de simbolismo, en los que no oculta su preocupación por la inclinación del hombre hacia el pecado y la condena eterna a las almas perdidas. Representa asiduamente este castigo con paisajes imaginarios abarrotados de figuras monstruosas e híbridas.mbre de seres deformes y de rostros bestiales.
Desde luego si existe el infierno, debe ser muy parecido al que pintó El Bosco.