El concierto en el huevo
Las figuras salen del interior de un huevo en torno a un libro de canto.
La obra de El Bosco está plagada de huevos y música. El potencial simbólico de estos elementos es explotado en este cuadro por el artista, que como siempre llena todo con paisajes fantásticos, criaturas demoníacas y demás elementos de un fuerte simbolismo.
Diez extraños personajes dirigidos por un fraile se reunen en torno a un libro de canto. Las figuras salen del interior de un huevo como también lo hacen dos árboles escuálidos con una serpiente (el de la derecha) y una cesta con alimentos junto a un jarrón de barro (izquierda).
El libro ocupa un lugar privilegiado en la composición. Según varios investigadores, corresponde a una partitura profana de tema amoroso de la época que rezaba: “Toutes les nuits que sans vous je me couche”, (Todas las noches me acuesto sin ti), una especie de blues calenturiento del siglo XV. Los músicos que interpretan esta melodía picante parecen estar bastante locos (véanse las caras y el embudo en la cabeza de uno de ellos), otro clásico de los cuadros del El Bosco: la locura.
En otros orificios del huevo se puede ver a un mono con una especie de instrumento de viento, un ladrón que roba una bolsita al religioso, una criatura tocando el laúd y un brazo que pretende alcanzar un pescado asado cocinado por un hombre-gato.
La cosa no queda ahí. Afinando la vista un poco se pueden ver otras escenas: a la derecha unos caballeros en torno a una mesa y una mujer desnuda, y tres misteriosos personajes con máscaras portando objetos no identificados en sus manos. A su derecha otros personajes que parecen sufrir mientras gritan y se tapan los oídos.
Es el ambiente de pesadilla típico de El Bosco: Un infierno, un sueño, un delirio apocalíptico, una película de David Lynch…
Gentes extrañas o criaturas infernales suelen tocar música en los cuadros de este maestro visionario, casi siempre sugiriendo melodías enloquecidas y estridentes. Si algo no falta en su pintura es la música o los instrumentos musicales, sobre todo en el infierno.
Y los huevos también aparecen en su obra continuamente: huevos sobre cabezas, gente viviendo en huevos, comiendo huevos, defecando huevos, huevos resquebrajándose, huevos transparentes, gigantes, diminutos… Todo un arquetipo, el huevo. Un símbolo alquímico de múltiples interpretaciones, que por supuesto hizo las delicias de los surrealistas y de otro ilustre obsesivo del huevo: Salvador Dalí.
¿Qué nos quiere decir aqui El Bosco? ¿Que la música es mala para el alma? ¿Es pecado…?
¿Qué significan todos esos elementos, esas gentes, esas escenas…?
Y otra incógnita… ¿Qué fumaba El Bosco…?