Leonor Fini
Argentina, 1907–1996
Leonor Fini fue una artista argentina que se fue a París para rodearse de surrealismo y surrealistas, aunque, rebelde como era, se negó a unirse oficialmente al surrealismo. Rechazó ser la mujer-musa, declinó convertirse en una especie mascota del grupo. No quiso ni etiquetas ni calificativos, ni siquiera de género. Para ella la identidad variaba continuamente, incluido lo femenino y lo masculino. Todo dependía de la imaginación.
Nacida en Buenos Aires, no pudo ver a su padre. La familia materna la ocultaba de él vistiéndola como un chico. Muy joven se fue a estudiar arte a Milán y después a París. Ahí viviría el esplendor del surrealismo.
Amiga de los principales surrealistas (Dalí, Cocteau, pintó, dibujó, ilustró a Poe o a Sade, creó vestuario y decorados para obras de teatro, escribió novelas y se acostó con quien quiso cuando quiso. Tuvo dos amantes viviendo con ella simultáneamente a modo de poliamor. Y vivió también con 23 gatos persas en su piso.
Los machos-alfa surrealistas exploraron el deseo inspirándose en mujeres pasivas e infantiles, maniquís y lolitas, Fini rompió los roles femeninos con mujeres activas y mágicas y hombres objeto, a menudo andróginos.
La androginia estaba muy presente en la obra de Fini. Para ella ambos sexos en una misma persona era el estado ideal del ser humano
Su obra está poblada de mujeres fuertes: diosas, brujas, heroínas, hembras lujuriosas, todos una especie de autorretratos de la propia Leonor Fini.