
La reina petrificada
Erotismo orientalizante.
Inspirada en Las mil y una noches, Leonor Fini realizó una serie de ilustraciones en serigrafía a color con su particularísimo estilo surrealista.
Una mirada femenina a uno de los personajes femeninos de un libro cuya protagonista Sherezade —como todos sabemos— es inteligente, carismática y sabe contar una historia mejor que nadie. En este caso habla de una reina petrificada que por mucho que investigo, no doy identificado. Cierto es que no me he leído el libro, sólo algunos capítulos (y cuidado… si lo leéis, no lo hagáis de golpe: la leyenda urbana dice que al acabarlo os moriréis).
Solo puedo decir que esta Reina petrificada no parece petrificada en absoluto. Parece de carne y hueso y hasta de sangre caliente. Quizás se debe a que Fini no escatima en erotismo orientalizante, encajando a la perfección con el libro y alguno de sus relatos más sensuales.
La reina está sentada en su salón de un color obscenamente rojo. Nos mira fijamente, con las piernas abiertas de par en par, algo que a Fini le parecía digno de representarse. Nunca sucumbió a un tabú esta señora.
Fini fue amiga íntima de Dalí y Cocteau, amante de Ernst, vivió con 2 maridos y 23 gatos persas en su piso y pintó, de manera autodidacta, sobre el deseo, no de la forma tradicional del surrealismo, con mujeres pasivas e infantiles, maniquís y lolitas, sino con mujeres fuertes, peligrosas, lascivas, mágicas… hechiceras y reinas como ella.