Los sugerentes grabados de Hans Bellmer
Cuerpos femeninos, delirantes, obscenos, violentos... pero fascinantes.
Además de crear sus evocadoras e inquietantes «muñecas», Hans Bellmer era un excelente dibujante y grabador, como se muestra en estos ejemplos.
En sus dibujos exploraba sus fantasías sobre el cuerpo femenino sin escatimar en sadismo, masoquismo y fetichismo. Objetos sexuales más que personas, formas violentamente fálicas y vaginales que se retuercen, se invaden, se confunden unas con otras…
Como en sus esculturas, Bellmer plasma partes del cuerpo que se pueden separar, reubicar y multiplicar, como uno de esos anagramas como auténticas imágenes subconscientes, que superpuestas, deformes o derretidas tienen una extraña lógica en nuestro lado irracional y espanta al racional.
El régimen nazi rechazó su arte por degenerado («Entartete Kunst»), por lo que se tuvo que marchar del muy degenerado país para seguir creando en Francia. Ahí continuaría su erotización del cuerpo con delirantes deformaciones, invitando al deseo prohibido, a «ese oscuro objeto del deseo», que diría Buñuel.
Inspirado por teorías freudianas, Bellmer vuelve a explorar el cuerpo femenino de un modo transgresor, buscando perturbar por lo delirante y violento de sus imágenes sexulamente explícitas, que remiten a todo tipo de sentimientos contradictorios, de la infancia a la muerte.
Estos son sólo algunos de los grabados de Hans Bellmer