Jan Davidsz. de Heem
Países Bajos, 1606–1684
Tan sólo unos años más joven que Heda y Pieter Claesz, Heem es junto a ellos, uno de los mejores pintores neerlandeses de naturalezas muertas. Y aunque este motivo fue uno de los más cultivados durante el siglo XVII, la impecable técnica de Heem y la originalidad de muchas de sus composiciones le hicieron destacar entre el resto.
Conocidos y reconocidos en vida fueron sus bodegones de vanitas, que extendían a menudo el mensaje de futilidad a los placeres más elevados como la música y la lectura. Sus composiciones tienden a la exuberancia barroca, con manteles revueltos y comida que desborda la capacidad de la mesa, situándolas a veces en grutas o habitaciones detalladas en sus fondos con alguna ventana que se abre al exterior.
Su obra se caracteriza sobre todo por la doble influencia holandesa y flamenca, ya que aunque Heem nació en Utrecht y pasó gran parte de su vida en Leiden, en 1630 se trasladó a Amberes donde trabajó hasta 1667 y donde, tras la ocupación de Utrecht por parte de las tropas francesas de Luis XIV, volvería a residir hasta su muerte. Entre la gran variedad de pinturas que realizó se encuentran así, desde piezas más marcadas por la sobriedad monocromática y el mensaje moral del bodegón holandés, hasta ostentosos bodegones de banquetes y motivos florales decorativos más próximos al barroco flamenco.
Estudió la obra de Balthasar van der Ast, otro gran bodegonista, especializado en esos minuciosos cuadros de jarrones con flores y mariposillas revoloteando alrededor. Heem aprendió a realizar este motivo floral hasta convertirse en uno de sus más virtuosos representantes. En Amberes trabajó también un género similar de composiciones florales a base de guirnaldas, junto al pintor flamenco Daniel Seghers.
Formó parte del famoso gremio de San Lucas. Y abrió un taller donde se formarían grandes pintores, así como dos de sus hijos, Cornelis y Jan Jansz.de Heem, en cuyos cuadros no faltaron, para mayor orgullo su padre, esos tan hermosos como amargos limones a medio pelar.