Luís Paret y Alcázar
España, 1746–1799
Un gran referente del rococó francés que nació el mismo año que Goya y es considerado el segundo pintor del siglo XVIII por su maestría en la pintura es nuestro artista español Luís Paret y Alcázar, apodado como «el Watteau español».
A sus 10 años de edad fue admitido como alumno en la Real Academia de San Fernando e inició su carrera artística. Admirado por la realeza, fue pintor del infante don Luis de Borbón. Con el tiempo su amistad y complicidad con los amoríos de éste le llevaron a su destierro donde residió en Puerto Rico. Su tiempo en la isla lo aprovechó para seguir pintando y demostró su talento ejerciendo gran influencia entre los artistas.
Paret era un pintor polifacético de gran calidad cromática, con una personalidad marcada por la elegancia en sus composiciones y un dominio de la luz y el dibujo en arquitectura.
El estilo versátil en sus obras y su gusto exquisito y amable de la escena definían su carácter, así como, las figuras pequeñas y graciosas recurrentes en ellas. Paret era un observador de la sociedad de su tiempo y su ingenio fue crucial en sus creaciones.
El pintor francés Charles de la Traverde le animó como maestro de él a inventar cualquier paisaje y Paret puso su alma en cada temática: retratos de escenas bíblicas, paisajes marinos, alegorías, interiores palaciegos o pintura costumbrista.
Paret envió como obsequio un autorretrato a la realeza para su vuelta a España. La realeza aceptó con alguna condición y se instaló con su familia en Bilbao. Durante esta etapa sus composiciones fueron brillantes y demostró toda su sólida formación e investigación en el arte ante proyectos a gran escala y dibujando motivos religiosos y arquitectónicos con maestría.
Nuestro artista le sobraba talento, creatividad y pasión y sus coetáneos le admiraban por ello. Aunque su prestigio fue tambaleado pudo demostrar un irrefutable legado artístico. El mismo Céan Bermúdez le dedicó unas palabras justo al año siguiente de su muerte: Muy pocos o ningún pintor, tuvo España en estos días, de tan fino gusto, instrucción y conocimiento como Paret.