Mark Wagner
Estados Unidos, 1976
Mark Wagner hace su arte con un simple material: un billete de dólar. Un objeto común y familiar para todo el mundo que el artista transforma. Con estos billetes de curso legal meticulosamente recortados y pegados, Wagner crea collages, nuevos universos salidos de algo tan abstracto y ubicuo como es un billete.
Wagner usa el billete con la cara de George Washington y demás filigranas y elementos decorativos para sus extraordinarias composiciones creadas con un nivel de detalle y un ingenio que se ven poco en el arte actual. Wagner recorta con su bisturí y clasifica y pega pequeños trozos en obras que llegan a ser enormes.
Con esto Wagner utiliza la materia prima perfecta para el mundo actual: crítica o retrato del verdadero Dios de la cultura estadounidense, y por extensión, occidental.
Por supuesto, el material que usa es «caro». Según el artista, al año gasta entre unos 500 y 1.000 dólares.