Mikalojus Konstantinas Čiurlionis
Lituania, 1875–1911
Si tenemos que hablar de un artista lituano, este tiene que ser Mikalojus Konstantinas Čiurlionis, pintor y músico del fin de siècle de este país. Durante su corta vida (35 años vivió) compuso alrededor de 250 piezas musicales y pintó unos 300 cuadros.
Desde pequeño tenía don para la música, por lo que a es dedicó sus estudios. Sin embargo, sobre 1902 descubre que también puede expresarse por medio de la pintura y… ¿porqué no? se dedicó a ambas cosas.
Se fue a Varsovia, donde entra en contacto con la Teosofía, el Espiritismo, el esoterismo y las religiones orientales. Se vuelve uno de esos bohemios típicos de la belle epoque.
Pobre como una rata, malvivió de su arte, pero al menos Čiurlionis conoció el amor: se casó con la escritora lituana Sofija Kymantaitė (1886–1958). Ambos fueron pobres, pero felices, aunque por poco tiempo… A finales de 1909, el artista fue diagnosticado con agotamiento mental y admitido en el Sanatorio Czerwony Dwór en Pustelnik, Polonia. Moriría poco después.
Sus pinturas, realizadas con colores y lienzos baratos debido a su extrema pobreza, son precedentes de la abstracción (cada ves es más evidente que Wassily Kandinsky no fue el primero), y transmiten un gran misticismo, fruto de sus conexiones con la Teosofía.
Si queréis conocer más al artista, hay una película, Letters to Sofija (2014) que cuenta la apasionada historia de amor de Čiurlionis con su esposa.