Vilhelm Hammershøi
Dinamarca, 1864–1916
Vilhelm Hammershøi fue un pintor danés que cutivó retratos, paisajes y sobre todo interiores, a veces sin gente en los que la protagonista es la luz.
Hammershøi nació en Copenhague en el seno de una rica familia de comerciantes. Desde los 8 años empezó a tomar clases de dibujo. Poco a poco su obra fue ganando calidad y ya muy joven consiguió un gran éxito internacional.
La obra de Hammershøi destaca por esos intrigantes interiores, de tonos apagados y un dominio extraordinario de la luz. Son interiores domésticos, a veces vacíos de gente, y muchas veces con gente de espaldas. Su propias esposa Ida Ilsted hizo de modelo para ello en numerosos cuadros.
Pueden recordarnos estas habitaciones nórdicas a Vermeer, otro maestro del interior y la luz. Esa quietud que transmite introspección y silencio, a veces producen el efecto contrario y pueden producir sentimientos de melancolía o inquietud. Es por ello que lo calificamos de simbolista, aunque eso de usar la luz con tal importancia bebe claramente del impresionismo que lógicamente estaba extendiéndose por todo el mundo desde Francia.
Tras la muerte del artista, su obra fue cayendo en el olvido, pues la vanguardia lo consideraba démodée. Aunque sabemos que todo lo bueno acaba volviendo a ser valorado.