Arnold Böcklin
Suíza, 1827–1901
Arnold Böcklin fue un simbolista suizo, deudor del Romanticismo, que influyó en las siguientes generaciones de artistas, no sólo en la pintura, sino en la música, el cine o el videojuego.
Nacido en Basilea, se asoció a la escuela de pintura de Düsseldorf donde todos reconocieron en Böcklin a un estudiante muy prometedor. De joven viajó por Europa, donde copió las obras de maestros flamencos y holandeses, y luego a París, donde trabajó en el Louvre, y después Roma, donde encontró el amor. Se casaría con Angela Rosa Lorenza Pascucci en 1853
Fue una temporada en la que se empapó de pintura y empezó a pintar figuras alegóricas y mitológicas inspiradas por la ciudad eterna. Al volver al frío norte ya era un artista distinto, pero siempre que pudo regresó a Italia para buscar inspiración.
Influenciado claramente por el Romanticismo, su pintura recuerda a la de Friedrich, pero también a la de los prerrafaelitas, dado el enorme simbolismo unido a temas mitológicos y fantásticos.
Son habituales en sus pinturas las construcciones arquitectónicas clásicas y referencias continuas a la muerte. Unidas dan lugar a un extraño y fascinante mundo de fantasía que interesó a los futuros artistas de tendencias más «fúnebres».
Hasta Marcel Duchamp citó a Arnold Böcklin como su pintor favorito y una gran influencia en su arte. Pero claro, no nos podemos fiar de Duchamp… Otros artistas como Max Ernst, de Chirico, Dalí o su paisano H. R. Giger si tienen rasgos tomados claramente del arte de Böcklin y citan al autor como una influencia capital.