Pablo Gargallo
España, 1881–1934
Pablo Gargallo es uno de los escultores más importantes del cambio de siglo, escultor bisagra entre la escultura del siglo XIX y el siglo XX que supo combinar a la perfección la experimentación propia de las vanguardias con el clasicismo.
Creador de una escultura con entidad propia, ya completamente desligada de la arquitectura y su función decorativa, capaz de crear un lenguaje propio en un París en el que todos los artistas hablaban en el idioma de las vanguardias. Participando en la temática vanguardista, inició la exploración de las formas escultóricas con la libertad que le daba el ambiente parisino aportando su propio desarrollo personal e inclasificable a su trabajo artístico.
En 1907 empieza su experimentación con el tema de las máscaras incorporando diversos elementos plásticos que acompañarán en adelante a toda su obra.
Trabaja el metal y a través de él recurre al juego de las formas en el que se interesa por el espacio como parte de la escultura y los volúmenes. Perfeccionó su técnica trabajando además con otros materiales como la terracota o el bronce explorando diversos universos plásticos.
Introduciendo nuevos recursos expresivos fue creando obras innovadoras manteniendo su estrecha relación con el arte clásico mostrando su conocimiento e interés por la tradición clásica.
La integración expresiva del vacío en los volúmenes escultóricos fue la mejor baza estética de Gargallo, producto de un trabajo concienzudo y fruto de un pensamiento reflexivo que le llevó a un profundo conocimiento de los materiales y de la técnica.
Pablo Gargallo planteó con modernidad nuevas fórmulas que le permitieron crear un lenguaje innovador, lleno de poesía, estimulante y fascinador.