Pietro Perugino
Italia, 1446–1524
Pietro Vanucci, llamado El Perugino (era de Perugia) fue un pintor del quattrocento italiano que consiguió hacer avanzar el arte en esos años. De hecho fue él el iniciador de la maniera moderna («estilo moderno»). Sin embargo, y pese a su talento, fue superado indiscutiblemente por su mejor alumno: nada menos que Rafael, que aprendió de él la perspectiva y la composición.
Inició su carrera influido por Piero della Francesca, enamorado de su modo de captar la luz y su característica monumentalidad, además de integrar personajes con arquitectura de fondo.
Fue uno de los primeros artistas en utilizar la pintura al óleo en Italia, aunque por supuesto también trabajó frescos, entre ellos algunos de la Capilla Sixtina, cosechando un gran éxito a partir de entonces. De hecho, a finales del siglo XV era considerado unánimemente el más grande pintor de Italia.
Fue muy valorado como retratista, con unas obras que demuestran una gran observación analítica, llegando a rozar el alma del retratado (la psicología, vaya…). Es ahí donde su alumno aventajado Rafael toma buena nota de su maestro. En el taller se estaba formando el futuro genio y de hecho algunas obras de juventud a veces se confunden con las del Perugino.
Pietro Perugino también cultivó la pintura religiosa, pero se dice que tampoco es que fuera un tipo muy beato. Más bien al contrario, Vasari comenta su dedicación a los placeres terrenales y que no creía en cosas básicas para un cristiano como la inmortalidad del alma. Mala suerte, ya que moriría de peste con avanzada edad.
El Perugino fue el iniciador de un nuevo modo de pintar: la maniera moderna («estilo moderno»), caracterizado por la pureza formal, la serenidad en las composiciones, el dibujo bien definido, el colorido claro y lumínico, y unos elegantes claroscuros.
Destacan como rasgo principal del artista sus figuras llenas de gracia delicada y dulce melancolía, de equilibrio ideal.
Perugino fue un trabajador infatigable y un gran empresario, gestor de sus importantes talleres (dos nada menos, en Florencia y en Perugia).