Rudolf Schwarzkogler
Austria, 1940–1969
Los amantes del mal rollo valoraréis la figura de Rudolf Schwarzkogler un artista de performance miembro del llamado Accionismo Vienés (Wiener Aktionismus). Con sus brutales performances exploró el dolor y la mutilación hasta límites realmente extremos. Si sois de los que —con o sin razón— se ríen de las performances, quizás podéis explorar un poco la obra del bueno de Rudolf y a lo mejor ya respetáis más el polémico arte de la acción.
Schwarzkogler —pronunciar esto es una performance en sí— era hijo de un médico sin piernas que se suicidó. Su madre se casó con un escultor cuando Rudolf tenía 11 años. El niño empezó a estudiar arte y en 1960 conoció a Hermann Nitsch, un tipo al que le gustaba mucho la sangre.
Junto a Nitsch y Otto Mühl (otro rarito de cojones), Schwarzkogler empezó a hacer sus «Aktionen», en los que es muy importante el concepto de mutilación, no sabemos si real o imaginaria. Vendado como una momia, en una especie de clínica malrollera o un sórdido hospital, Schwarzkogler se corta, se perfora y se autolesiona en nombre del arte. Inyecciones y tubos salen y entran en su cuerpo extrayendo sangre.
Al final, Schwarzkogler murió con 29 años. Se cayó —o quizás saltó— desde su ventana. ¿Su última performance?