Judy Chicago
Estados Unidos, 1939
Pionera del arte feminista cuando el mundo del arte estaba (todavía más) dominado por los hombres, Judy Chicago es una artista versátil que utiliza todo tipo de herramientas y técnicas, desde pequeñas piezas cerámicas a grandes instalaciones, que suelen hablarnos del papel de las mujeres en la historia y cultura.
Nacida Judith Sylvia Cohen, nombre evidentemente semítico, se crió en una familia marxista con ideas muy liberales que influyeron notablemente en la artista. Judy ya dibujaba con tres años y a los cinco ya sabía que nunca quise hacer nada más que arte.
Su vocación estaba clara.
Pero Judy era otra cosa: activista. Empezó, por supuesto, en la universidad de California, creando pancartas y carteles. Ahí conocería a su marido y se casaría, pero apenas un año después se quedó viuda. Judy quedaría marcada y poco después se cambiaría de nombre. Del étnico Cohen pasó al mucho más neutral Chicago. A partir de entonces sería Judy Chicago.
Durante los años 60 fue de las pocas artistas femeninas activas en California, y no a todo el mundo le gustaba su uso explícito del sexo (hasta en su arte abstracto se podían ver pollas y coños), pero tampoco su visión de la identidad o del trato a la mujer. Su visión era política, y eso en una mujer, por algún motivo, supone un peligro para algunos.
Chicago no se posicionó en ninguna corriente concreta. Hizo pintura, escultura, fotografías… Fue minimalista, conceptual… creó Land Art, performance, instalación… Pero en los años 70, Chicago organizó el primer curso de arte feminista y se convirtió en pionera y madrina del arte feminista.