Marina Abramović
Serbia, 1946
Marina Abramović, nacida en Belgrado, es la artista de mayor proyección mundial en el ámbito de la performance, habiendo alcanzado con su obra elevadas cifras de cotización en el mercado del arte contemporáneo.
La influencia de su carrera, desde el comienzo en los años setenta, no ha hecho más que aumentar en el ámbito de la performance y como icono femenino. Buen ejemplo de ello lo encontramos en los nuevos dulces franceses denominados macarons, con sabor a Marina Abramović, que dan cuenta del nivel de comercialización y capitalización de su figura como producto mercantilizado.
En su trabajo suele llevar hasta límites insospechados la exploración sobre el propio cuerpo y la figura del artista, habiendo sido el dolor uno de sus intereses más destacados. A través de años de trabajo y exploración de la propia corporalidad desarrolla un método personal que transmite a performers y a diferentes artistas –como, por ejemplo, la cantante Lady Gaga–.
La relación con el público es también otro motivo de exploración por parte de Abramović, junto con la energía de los cuerpos y el alcance del poder cognitivo. En definitiva, su obra abarca múltiples formas de lo sensitivo en torno a la percepción del dualismo vida-muerte.
Durante el año 2005 retoma una serie de performances clásicas de artistas pioneros en este género, como Bruce Nauman o Joseph Beuys, que reinterpreta bajo el nombre: Seven Easy Pieces. Y en el año 2010, el MoMa le dedica una copiosa retrospectiva a toda su carrera como reconocimiento a la trayectoria profesional que lleva a cabo desde sus inicios.